Laura Gerscovich
ARTISTA VISUAL

Presentación
Instalación lumínica de sitio específico inspirada en la Kabalah. Las obras permanecen invisibles con luz incandescente. Son blancas sobre blanco, o transparentes, también el catálogo y postales. Se encuentran en un estado de invisibilidad al ojo humano. Al entrar, la luz se apaga y se enciende otro sistema lumínico ultravioleta, revelando los diseños que estaban ocultos. La geometría sagrada y cortes de ADN, las esferas traslúcidas del Árbol de la vida, resplandecen en esta luz, suspendidas en el vacío. El Cubo de Metatrón surge de un panel que antes era totalmente blanco, como líneas trazadas en el vacío. Todo aparece y desaparece, en un ciclo continuo de alternancia entre luz ultravioleta y luz blanca, en intervalos de 50 segundos. Así, se genera un clima que permite la apertura de dos temporalidades simultáneas, un aula de estudio de kabalah aparentemente vacía, y flashes intermitentes de un “templo invisible” repleto de información sagrada. Durante el transcurso de la muestra, se realizaron diferentes acciones interactivas. El material fue documentado en una serie de videos.
Se trata de una instalación "site-specific", dentro de la institución Kabalah Aplicada, dedicada a difundir la kabalah y dirigida por Javier Wolcoff. Durante 22 días las obras convivieron con las clases, fundiéndose entre las actividades y talleres que allí se dictaban y tomando al entorno y al público como parte de la obra. El concepto de maduración atraviesa el desarrollo la instalación, que se propone como un work-in-progress en donde la artista trabajó en vivo durante la muestra. Los alumnos y el público participaban realizando esculturas en arcilla, generando una instalación de esculturas a lo largo de la sala. Emulando la cualidad de árbol, se iban ramificando a medida que la muestra transcurría. En la instalación se destaca una escultura central de acrílico transparente materializando el Árbol de la vida, fractal, con un árbol y otro más adentro, de 3 m y sus 1000 sephirots suspendidas en la oscuridad. Dos figuras en arcilla cruda, Adam I y II, una obra back-light con ocho árboles framentados, los “Mundos del caos” y diez paneles lumínicos blancos, revelando geomentrías y diseños de ADN ocultos.
Texto del catálogo
"El Secreto de las Ramas"
La luz las disuelve, la oscuridad las irradia... En la aparición y desaparición de obras, en la revelación de luz oculta se esconde uno de los secretos que contiene el "lenguaje de las ramas". A través del libro del Zohar vislumbramos la luz que habita en la oscuridad, latente en el vacío repleto de información poderosa. Así, la alétheia que rescata Heidegger del arca griega, la verdad entendida como aquello que se auto-oculta; aquí aparece delatando su propio sistema de ocultamiento.
En plena oscuridad, en el caos ciego de nuestra vida, se agazapa todo potencial. La obra funciona a su vez, como vestidura que se proyecta dentro del mismo cuerpo, revelando intermitentemente en la estructura subyacente, el sistema de conocimiento que se transmite a través del estudio y el aprendizaje de los estudiantes de Kabalah.
La luz violeta de las geometrías y la aparición de mil sephiras suspendidas en el vacío, conforman una experiencia sutil de percepción de otros mundos. A su vez, la revelación de geometrías microscópicas en el adn propone a la geometría profana como continente del germen sagrado, desplegando un diseño perfecto de diez esferas entrecruzadas. La presencia de Ada m como hombre primordial, arquetipo de quienes fuimos en e/ Principio, es un espejo que espera ser descubierto. En cada uno de sus fragmentos habita un alma, nuestra alma, y su reconstrucción arqueológico-emocional está en nuestras manos. Cada participante genera la corriente eléctrica que fluye dentro del sistema, conectando desde su árbol todas las ramas y conformando una sola, una misma rama de un único árbol: este universo último. Mientras tanto, las letras hebreas que contienen el secreto, proyectan su luz como fuente de irradiación continua: son el verdadero sol.
La obra fue pensada, inspirada y adaptada a la mística y dinámica de Kabalah Aplicada, institución dedicada a la enseñanza de la kabalah en el mundo a través de su director y profesor, Javier Wolcoff, quien cedió este espacio para ser habitado. Ahora, el público y la casa de estudios forman parte de la obra, en una doble interferencia que se desenvuelve en el tiempo. En el transcurso de la muestra, las obras irán transmutándose -nómades-, mezclándose entre las clases y conexiones de Luna Nueva. Hasta completarse el día del cierre en resonancia con el cambio profundo y vital que se experimenta al adentrarse en este conocimiento sagrado. Los alumnos y el público intervendrán la obra, tatuando en su cuerpo uno de los 72 nombres divinos, o creando en arcilla un nuevo hombre. Durante unas semanas, ellos conformarán la materialización de esta estructura pura de creación de mundos, participando de un aspecto sensible y manifestado de ideas elevadas. La sabiduría metafísica expuesta en las clases, es incorporada y sentida, en una experiencia estética que incentiva el aprehender esa luz, fundiendo en una, ambas formas del conocimiento.
Laura Gerscovich, 17-11-2015
Casa Sod, Buenos Aires.
![]() Postal I AtzilutSerigrafía sobre papel | ![]() Postal I AtzilutVista dentro de la muestra, con luz ultravioleta | ![]() Postal I AtzilutDetalle |
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![]() Postal II AtzilutSerigrafía | ![]() Postal II AtzilutVista con luz ultravioleta | ![]() CatálogoImpreso en serigrafía |
![]() CatálogoVista dentro de la instalación, con luz ultravioleta | ![]() CatálogoDetalle. | ![]() 20170719_190719.jpg |